WonkaPistas

14.3.05

La caída de la natalidad según la psicología evolucionista

Como sociólogo de inclinación individualista, y como ya saben quienes leen estas anotaciones, me encuentro casi sin quererlo incorporando cada vez más en mis análisis (y explicaciones en clase) las aportaciones de la economía (escuela austríaca, escuela neoinstitucionalista, incluso de la mainstream neoclásica) y, más recientemente, de la psicología evolucionista (la traducción al uso de "evolutionary psychology"). De vez en cuando doy con lecturas adecuadas para mis temas de investigación o, sobre todo, explicación, que merecen bastante la pena.

Las dos últimas han sido éstas. La primera, "Evolutionary approach to below replacement fertility" (pdf), de Hillard Kaplan et al. (2002), me parece una de las explicaciones más satisfactorias acerca de las dos grandes fases de la caída de la natalidad en todo el mundo: una primera fase que en algunos países se inició en el siglo XIX, que en la mayoría de países occidentales comenzó entrado el XX, y que muchos países del tercer mundo están viviendo en la actualidad; y una segunda en la que las tasas de fertilidad descienden por debajo del nivel de reemplazo. Ambas requieren explicaciones algo distintas y el artículo consigue ofrecerlas a partir de una síntesis de lo que han ido averiguando (o proponiendo como hipótesis) los que entienden al ser humano evolutivamente. La gran variedad que ven otros demógrafos y la imposibilidad que perciben de asignar causas comunes al mismo fenómeno en países muy diversos queda aquí simplificada elegantemente.

Les pongo en cristiano (casi sin jerga "evolucionaria") su argumento. Con la gran caída de la mortalidad infantil (que permite predecir con cierta seguridad el número de hijos que van a sobrevivir de adultos) y con la relevancia de formas de producción y acumulación de recursos no tradicionales (no basadas en la mera fuerza y salud físicas), caben y se ven favorecidas nuevas estrategias reproductivas, en las que prima la educación de uno mismo y de su descendencia. Como esas estrategias son más costosas que las tradicionales (hay que adquirir educación formal fuera de la familia, se prescinde de varios años de ingresos por el trabajo infantil) se tienen menos niños, aunque se invierte más en cada uno de ellos. En parte, ese tener menos hijos tiene que ver con que esas estrategias implican retrasar la formación de familias y, por tanto, la edad a la que se tienen los niños. Caída de la mortalidad infantil y nuevas estrategias reproductivas basadas en la acumulación de capital humano explican la primera fase de la caída.

Llega un momento, sobre todo con la gran incorporación de la mujer a los estudios superiores (y, con ella, la creciente expectativa de carreras profesionales) [esto no lo dicen ellos tan claramente, pero lo añado yo], que el retraso de la formación de familias y de la reproducción es tal, que muchas mujeres tienen muy poquitos años de vida fértil (y con poco riesgo) para tener los dos hijos a los que aspiran y se quedan con uno o ninguno. Esto explica la caída por debajo de los niveles de reemplazo.

La segunda es "The evolution of evil" ("la evolución del mal"), de Joshua Duntley y David Buss (2004). Seguro que el título ya les parece sugerente. Les dejo que descubran el interés del estudio ustedes mismos.