WonkaPistas

18.4.05

La "estructura familiar del siglo XXI"

La Ministra de Vivienda afirma hoy en una entrevista, refiriéndose a los famosos minipisos: "El Ministerio de Vivienda se ha hecho eco de esa reflexión. Recoge experiencias de otros países donde estas viviendas han tenido éxito y además hace una apuesta por un tipo de vivienda que demandan muchos jóvenes en España, porque les permitiría independizarse y se correspondería con la estructura familiar del Siglo XXI".

Independientemente de que me parece muy bien que haya pisos pequeños, medianos, grandes, grandísimos, etc., pues es lo que ofrecería un mercado de la vivienda si fuera un auténtico mercado, veo problemáticos los supuestos de los que parte la ministra para promover ese tipo de hábitat.

Primero, no sé con qué evidencia cuenta para afirmar que es un tipo de vivienda que demandan muchos jóvenes en España. Quizá lo ha preguntado en alguna encuesta, pero no es lo mismo responder a una encuesta que operar en el mercado, poniendo en juego tu dinero y eligiendo entre las distintas alternativas. Por lo que yo sé, la inmensa mayoría de los jóvenes que se "independizan" lo hacen para formar su propia familia, por lo que no creo que les sirviera un piso pequeñito.

Puede pensarse que esos pisos pequeñitos incitarían a más jóvenes a independizarse. Seguramente sea así, pero no creo que lo hiciera a muchos. El permanecer en casa de los padres hasta edades avanzadas tiene que ver sobre todo, creo, con estrategias educativas, laborales y de ahorro. Quienes estudian en la universidad se independizan más tarde, pues esperan a terminar sus estudios (y eso les lleva más tiempo de lo debido) y a encontrar un trabajo acorde con ellos--hasta que muchos se dan cuenta de que no lo hay y aceptan un por debajo de sus expectativas. La "independencia" suele ocurrir, a su vez, tras varios años de ingresos propios del joven, una vez adquirida una cierta sensación de estabilidad laboral y, especialmente, una vez formada una pareja con la que se toma la decisión de formar una familia, del siglo XXI o del XX, tanto da. Quedarse muchos años en casa permite, por otra parte, dedicar una buena porción de los ingresos propios y de la pareja a la futura vivienda, pues hoy casi no se colabora financieramente con el hogar de los padres.

Esas estrategias son posibles, por otra parte, porque las tensiones generacionales entre padres e hijos están muy suavizadas en la actualidad, sobre todo por la remisión del "autoritarismo" de los padres. De este modo, vivir hasta los 29/30 años en casa de los padres sólo tiene el inconveniente de tener que buscarse un lugar para los ocasionales disfrutes carnales con la pareja.

¿Qué ganaría un joven independizándose antes al irse de alquiler a uno de esos minipisos? Poco más que algo más de intimidad, pero tendría que incurrir en grandes costes que se ahorraría viviendo con unos padres muy permisivos.

Segundo, ¿qué es eso de la "estructura familiar del siglo XXI"? Aquí es donde me echo a temblar. ¿La conoce ya nuestra ministra? ¿No será la estructura familiar propia de los países en los que tanto éxito tienen los minipisos, como Finlandia, u otros países nórdicos, tan "modélicos en medidas sociales", como dice Trujillo? ¿Es una estructura familiar en la que vivimos solos o monoparentalmente mucho tiempo y por eso nos valen los pisos pequeñitos? ¿Es una estructura con muchas estaciones de paso continuo entre unas familias y otras? ¿Es una estructura en la que hay muchos divorciados que viven solos? ¿Hay muchos o pocos matrimonios o uniones estables en esa estructura? ¿Vale por igual cualquier tipo de familias? ¿Nos rendimos ante la inercia del crecimiento de las familias monoparentales? ¿Nos rendimos a la inercia del aumento del número de divorcios? ¿Nos rendimos, en consecuencia, a la inercia del creciente número de niños que no viven con sus padres biológicos? Si es así, por favor, nuestra ministra haría bien en aclarárnoslo. Si no, también, pues no es evidente que tengamos que resignarnos a las inercias mencionadas, ni es evidente que dichas inercias sean claramente positivas.