WonkaPistas

8.2.06

El reparto de tareas no ayuda a la natalidad

Alguna vez habrán escuchado este argumento. Como las mujeres se han ido incorporando cada vez más al trabajo fuera de casa y no han reducido proporcionalmente su trabajo doméstico, pues los varones no comparten tareas, entonces, tienen menos tiempo y energía para ocuparse de unos posibles hijos y, por tanto, tienen menos hijos. No es que sea una de las principales argumentaciones para explicar la baja natalidad en países como España, pero puede aparecer unida a argumentos sobre la conciliación de la vida laboral y familiar (sobre todo para las mujeres) o de igualdad entre los sexos. La consecuencia de política pública que se deriva "lógicamente" (según la lógica intervencionista habitual) es la de políticas públicas que incentiven o promuevan (todavía nadie se atreve a decir "fuercen") el reparto de tareas en el hogar. Tiene su aquél el argumento, pero la evidencia empírica que lo sustente brilla por su ausencia.

De hecho, ayer, revisando los papers del Centre d'Estudis Demogràfics, me encontré con éste: "The uneven distribution of family responsibilities between women and men, and its link with low fertility: some evidence for European Union countries from Eurobarometer data", de Fernando Gil Alonso. Parte de la hipótesis reflejada en el párrafo anterior y la contrasta con datos de los 25 países de la Unión Europea. Su gozo en un pozo. Esto es lo que concluye (mi traducción, y mis negritas):

Los resultados obtenidos de los datos del Eurobarómetro van en un sentido opuesto al esperado inicialmente, al menos respecto de la fecundidad actual, que está correlacionada negativamente con una división más igualitaria del trabajo entre hombres y mujeres. La fecundidad planeada para el futuro está positivamente correlacionada con el reparto de tareas de cuidado de los niños preferido, pero esta relación es débil y en cualquier caso menos importante que el vínculo entre la fecundidad y otros factores socioeconómicos y demográficos. La evidencia aportada, por tanto, minimiza la importancia de una división de tareas domésticas más equilibrada entre hombres y mujeres como factor que lleve a tasas de fecundidad más elevadas.

Otra vez será.

9 Comments:

  • La clave está, creo, en lo que supone de sacrificio de carrera profesional para una mujer el empezar a tener hijos.

    El reparto de tareas domésticas puede ayudar, pero no creo que sea determinante.

    Sólo cuando el sacrificio profesional sea idéntico para hombres y mujeres y, al mismo tiempo, las empresas consideren que es normal que la gente (hombres y mujeres) se vaya a casa a una hora razonable para atender a sus hijos, podrá haber un repunte de la natalidad.

    Pero, claro, también habrá que considerar otros factores (nuevas costumbres, nueva cultura familiar) que afectan a la natalidad.

    By Blogger Fabián, at 2/08/2006 12:21 p. m.  

  • Jejeje, por lo menos reconoce su fracaso y no se dedica a mentir o manipular los datos.

    Por cierto,
    "Sólo cuando el sacrificio profesional sea idéntico para hombres y mujeres y, al mismo tiempo, las empresas consideren que es normal que la gente (hombres y mujeres) se vaya a casa a una hora razonable para atender a sus hijos, podrá haber un repunte de la natalidad."

    Ole! que politcamente correcto. Y si a los hombres y las mujeres no les da la gana... s

    By Blogger Peripatético, at 2/08/2006 2:04 p. m.  

  • Muy interesante, como siempre, pero no puedo resistir alguna puntualización, basada en el viejo debate "asociación frente a causalidad". Puedo concebir (especular) que el reparto de tareas y facilidad para la conciliación trabajo-familia afecte positivamente a la fecundidad de mujeres trabajadoras o que piensan trabajar. Este efecto positivo podría darse si tales medidas reducen el coste en términos de tiempo y esfuerzo de la crianza de los niños en ese grupo de mujeres.

    Sobre por qué los datos dicen lo contrario, un par de ideas. En primer lugar, las tareas del hogar pueden dividirse en dos grupos amplios: las que están relacionadas con la natalidad (el cuidado de los niños) y las demás (limpieza, orden y planchados varios). No sé si por razones de instinto maternal o de orden biológico (el principal ejemplo es que el padre no puede darle de mamar al recién nacido) creo que en el primer grupo de tareas las mujeres tenderían a ser más eficientes, por lo que es lógico que ahí las diferencias hombre-mujer sean más acusadas. Así, una vez que una pareja tiene descendencia eso aumentaría la parte de tareas realizadas por la esposa. Es decir, propongo que la natalidad afecta al reparto de tareas, un efecto que puede ser más fuerte que el inverso (del reparto de tareas en la natalidad).

    Por otra parte, aunque no sé si esto habrá sido tenido en cuenta en el paper, también cabe preguntarse qué tipo de parejas tienen más hijos. Es decir, me parece lógico que tengan más descendencia las parejas tradicionales (hombre trabajador, mujer ama de casa), ya que en esos casos la mujer puede dedicar mucho más esfuerzo a los hijos. Sin embargo, eso no quiere decir que la natalidad de las parejas "modernas" (ambos cónyuges trabajadores) no pueda beneficiarse de un reparto equitativo de las tareas del hogar.

    En general, con el tema de la caída de la natalidad tengo la impresión de que es fruto del cambio en la actitud laboral de las mujeres. Por supuesto, que las mujeres participen en el mercado de trabajo es positivo en la medida en que permite expandir la fuerza de trabajo de la sociedad (más gente trabajando, más producción), y las más beneficiadas son las propias mujeres, que siendo económicamente activas son menos dependientes y menos vulnerables a los abusos. Sin embargo, el que hombres y mujeres trabajen ha roto un modelo tradicional que era eficiente merced a la división casi completa del trabajo. Es decir, las mujeres trabajadoras son mucho menos eficientes en la producción de niños, por lo que se "producen" menos niños. Ante la dificultad e indeseabilidad de volver al siglo XIX, es difícil pensar en cómo recuperar tasas de fecundidad de reposición.

    Sobre esto último, paradoja para los liberales presentes en la sala. Suponemos que las decisiones tomadas libremente por mujeres y hombres en cuanto a cómo repartir su tiempo entre familia y trabajo son acertadas en la medida en que los hacen más "felices". Pero, ¿son esas decisiones socialmente eficientes si la demografía resultante de éstas y los avances médicos incrementan demasiado la carga de generaciones mayores a mantener por los adultos en edad hábil?

    En lo que estamos de acuerdo es en que sería increíblemente poco inteligente que el gobierno intentara meterse en el reparto de tareas entre hombres y mujeres. Quiero decir, ¿tirar el dinero en campañas de publicidad y concienciación de esas? ¿poner multas si el marido no cambia pañales? Puede que se atrevan con lo primero, pero algo como lo segundo es tan de traca que ni a Llamazares me lo imagino...

    PD: Me he tomado algunas libertades en la terminología. Si algo suena machista (como lo de hombre trabajador frente a ama de casa, como si ésta no trabajara), no era mi intención. Cuestión de brevedad.
    PPD: Cada vez que comento por aquí me sale un ladrillo. Ahora recuerdo por qué siempre me retengo nada más empezar ;)

    By Anonymous Anónimo, at 2/08/2006 2:35 p. m.  

  • Peripatético.

    Sobre este punto

    "Y si a los hombres y las mujeres no les da la gana..."

    Por eso añadí que había que considerar otros factores sociales y culturales, porque incluso en una situación ideal en el que todas las condiciones laborales sean idóneas para tener familia, puede ocurrir que "no les dé la gana" a los hombres y mujeres de turno.

    Lo de ser políticamente correcto creo que es esencial en este caso. Más bien hay que ser perfectamente justo y equitativo. Hay muchas empresas en las que, si una mujer pide una reducción de jornada para atender a los niños o se marcha a las seis de la tarde se ve más o menos normal, pero si lo hace un hombre lo miran como a un bicho raro, si es que siquiera se atreve a considerar la posibilidad.

    Y también hay otras empresas en las que si una mujer se queda embarazada o pide una reducción de jornada la echan a la calle.

    En fin, un entorno laboral bastante lamentable que fomenta, sin duda, que no crezca la natalidad.

    By Blogger Fabián, at 2/08/2006 3:07 p. m.  

  • "Lo de ser políticamente correcto creo que es esencial en este caso. Más bien hay que ser perfectamente justo y equitativo."

    Fabian, no es por sembrar cizaña pero cuando leo algo como "perfectamente justo y equitativo" ya me pongo la mano en la cartera por que se que me van a robar. Por que no hay nada perfectoy por que si con justicia te refieres a una cuestión formal (del proceso) eso implica inequidades y si por justicia te refieres a igual resultado es se llama servidumbre.

    Lo que me queda claro es que el sistema de reparto de tareas de hogar no parece estar en correlación con una estragia reproductiva eficiente en estos tiempos. Recordemos aqui que reparto se refiere a compartir(share) y no a dividir(divide).
    Seria un buen momento para plantearse por que "Wealth of nations" comienza con un capitulo llamado "Division of Labor" y no "Share of Labor".

    By Blogger Peripatético, at 2/08/2006 4:29 p. m.  

  • No entiendo tu comentario Peripatético. Ni lo de la cartera ni lo de los matices de la justicia y equidades.

    A lo que me refiero con ser "políticamente correcto" y "justo y equitativo" es a la situación de hombres y mujeres en el mercado laboral y, sobre todo, a la relación de los jefes/empresas con sus subordinados/empleados.

    By Blogger Fabián, at 2/08/2006 5:40 p. m.  

  • ¿Tienen más hijos las parejas donde uno de los cónyuges -habitualmente la mujer- no trabaja para un determinado rango de edad? ... si no recuerdo mal la diferencia no es muy consistente en los estudios que he visto.

    Creo que nos empeñamos el ver el trabajo de las mujeres de ahora (fuera de casa) como algo nuevo. Antes muchas también trabajaban fuera de casa pero no estaban contratadas (labores agrícolas, trabajo familiar, asistentas, etc.... sin nómina oficial no eres trabajadora aunque curres de sol a sol). El trabajo de la casa requería de más horas, había menos medios, ergo suponía más trabajo y la economía doméstica requería más esfuerzo. Pero la moral imperante (y no me refiero sólo a la iglesia católica) "obligaba" a tener hijos.

    Volvemos a lo habitual -correlación no es causalidad.

    By Blogger Salvatierra de Barros, at 2/08/2006 6:03 p. m.  

  • El tema es complicado. Sobre todo porque, en mi experiencia, en el saco de las "tareas reproductivas" a cargo de la familia, cada vez más nuclear, caen hoy en día una inmensidad de cosas. Incluso la soporte para la formación escolar en una medida que no se ha dado antes. Al menos en mi caso y en el de las familias con hijos que conozco, evitar el fracaso escolar de nuestros hijos requiere una dedicación prácticamente diaria que absorve la energía de cualquiera de los dos progenitores, sobre todo gracias a la incompetencia de una inmensa mayoría del profesorado que no sabe o no quiere hacer su trabajo.
    Por eso, a nosotros nos sirve de poco la conciliación de la vida familiar y laboral sin, conciliar también, por ejemplo, la escolar. Lo mismo para el reparto de tareas que, de todas formas, se van convirtiendo en infinitas.

    By Anonymous Anónimo, at 2/12/2006 3:37 p. m.  

  • Muy interesante, estoy de acuerdo con la explicación inicial de Fabián, pienso que ahí está la clave (una de las claves) de este asunto.

    By Blogger Marta Salazar, at 3/05/2006 9:56 p. m.  

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