WonkaPistas

28.3.08

Los españoles y la videovigilancia (datos recientes)

Uno de los temas del barómetro del CIS correspondiente a febrero de 2008 es el de la percepción y los juicios de los encuestados acerca de las cámaras de videovigilancia que cada vez están más presentes en nuestra vida pública (¿y privada?). Los resultados muestran una población bastante proclive a su uso, con una minoría de contrarios, celosos de la privacidad. Vean.

Casi tres cuartas partes son favorables a que se coloquen cámaras de seguridad en distintos lugares. Sólo un 9,5% es contrario.


Las resistencias varían algo según el lugar en el que se sitúen las cámaras, pero siguen siendo minoritarias. Las mayores se dan respecto de las comunidades de vecinos (a un 27% le parece mal), de los lugares de trabajo (38%) y las calles (25%).



En conjunto, la inclinación general a la hora de elegir entre el binomio privacidad vs seguridad, como cabía esperar según esos datos, se inclina algo por la seguridad. Entre el 0 (mínima vigilancia que garantice la privacidad y libertad personal) y el 10 (máxima vigilancia que garantice al máximo la seguridad), la media de los encuestados es 6,6, aunque no nos dicen cuántos contestaron y cuántos no.



Hay más preguntas interesantes en el barómetro, sobre los usos de Internet y la seguridad percibida en la navegación o en el manejo de tarjetas de crédito a través de ese medio. Y hay más preguntas sobre la información que vamos dejando por ahí en diversas bases de datos. Échenle un vistazo antes de que se lo cuenten los periodistas...

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26.3.08

Evolución de la compraventa de viviendas en España

El INE ha publicado hoy por primera vez la Estadística de Transmisiones de Derechos de Propiedad, que incluye, entre otros, datos de compraventa de viviendas. Los medios ya han dado cuenta de ella, resaltando, sobre todo la cifra de una caída del 27% en el número de viviendas vendidas entre enero de 2008 y enero de 2007.

La verdad es que ya contábamos con esta estadística de compraventa de viviendas, aunque en un formato distinto y no desglosada mensualmente. La lleva publicando unos años el colegio de Registradores, con datos trimestrales. Para que tengan un poco más de perspectiva acerca del dato del -27%, aquí tienen el gráfico que se puede elaborar con los datos de los Registradores y los del INE. Se trata de variaciones sobre el mismo periodo del año anterior.



Como se ve, el número total de viviendas vendidas lleva cayendo desde el 2º trimestre de 2006, aunque la caída es hoy claramente más pronunciada que entonces, especialmente debido al comportamiento de la vivienda usada. A pesar de lo que sugiere el gráfico, no esté claro que la caída se esté intensificando pues, siendo estrictos, no podemos comparar la caída en un mes (enero de 2008) con la de un trimestre (4º de 2007), pero, por los otros datos sobre la vivienda en España que conocemos, no sería de extrañar.

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19.3.08

Felicidad y bebidas refrescantes (crítica de un informe de encuesta)

Como sabrán, se acaba de publicar el así llamado Informe Coca-Cola de la felicidad (pdf), prologado por Eduardo Punset, afamado divulgador científico, que participó en la presentación del informe. El informe está basado en una encuesta a 3.000 residentes en España y versa sobre el sentimiento de felicidad y lo que éste significa. Yo no tengo nada en contra de que las empresas financien este tipo de informes, muy al contrario, incluso aunque lo utilicen, en gran medida, como instrumento de publicidad. Me es igual. Lo que cuenta es que haya algo aprovechable, que ilumine, aunque sea muy poquito, nuestro entendimiento de la sociedad en la que vivimos. Alguna luz sí que arroja este informe, más que nada confirmando cosas que sabíamos (los emparejados son más felices que los desemparejados, los de clase alta más que los de clase baja, el dinero contribuye a la sensación de felicidad, lo primero para la felicidad es la salud...).

Sin embargo, incluso a informes de este tipo, debemos pedirles un cierto rigor. Mis problemas con el tratamiento de la encuesta que hace el informe son diversos. Señalo aquí sólo algunos.

1. Buena parte del informe se basa en comparar las características y las opiniones de los que clasifican como "muy felices" (un 18,8% de la muestra, aproximadamente 564 personas) con los que clasifican como "poco felices" (un 5,7% de la muestra, 171 personas). Es decir, se olvidan de lo que ocurre, nada menos, con tres cuartas partes de los encuestados, que también están clasificados según su nivel de felicidad. No es sólo que gran parte de las comparaciones entre esos dos grupos no sean estadísticamente significativas (dado el reducido tamaño de las submuestras), sino que, me da la impresión, si hubiéramos incluido las situaciones intermedias, el panorama de las diferencias no sería tan nítido como pretenden mostrar los autores.

2. Al mostrar la posible influencia del sexo, la edad, la situación de pareja, el número de miembros del hogar, el status socioeconómico o el nivel de ingresos en el nivel de felicidad, en vez de contarnos, por ejemplo, qué porcentaje de los más jóvenes y de los más viejos se siente feliz, se empeñan en ofrecernos la distribución por edades de los "muy felices" y de los "poco felices". Con ello, la comparación es más difícil y menos "intuitiva". Tanto es así que, en alguna ocasión, los redactores del informe se lían y llegan a conclusiones equivocadas. Como ésta (mis negritas):

La percepción de felicidad varía con la edad. Como curiosidad, entre los jóvenes de 26 a 35 años se aprecia la mayor diferencia entre el porcentaje de muy felices y poco felices. Además, la etapa de madurez es clave: entre las personas de 36 a 55 años el porcentaje de gente que se considera poco feliz es mayor que el de gente muy feliz.

Para decirlo, se basan en este gráfico:

Este gráfico no nos dice cuántos jóvenes se sienten muy felices o cuántos de 36 a 55 se sienten así, ni si entre estos últimos abundan más los "poco felices" que los muy felices. Lo que refleja es la distribución por edades de los "muy felices" y los "poco felices", que no es lo mismo. Con los datos que se ofrecen en el informe no podemos saber qué porcentaje de "muy felices" hay en cada grupo de edad, pero sí podemos saber si los "muy felices" son más que los "poco felices". Como sabemos, aproximadamente, el número de individuos de cada grupo en la muestra, podemos calcular el tamaño de cada grupo en cada segmento de edad. Vean el cuadro siguiente.



Muy felices Poco felices Muy felices Poco felices Ratio
18-25 18,2 14,5 103 25 4,14
26-35 26,0 19,8 147 34 4,33
36-45 22,8 29,1 129 50 2,58
46-55 16,6 21,5 94 37 2,55
56 ó más 16,3 15,1 92 26 3,56
N 564 171 564 171 3,30

En las columnas 2 y 3 tenemos la distribución por edades de esos dos grupos. Como sé cuántos individuos hay en cada grupo, puedo calcular el tamaño de los cruces felicidad/edad (columnas 4 y 5). Puedo, entonces, comprobar si en cada nivel de edad son muchos más los "muy felices" o los "poco felices". En todos los grupos son más los "muy felices", también entre los de 36 a 55. O sea, los autores del informe se han liado con los porcentajes.

3. La cuestión de las diferencias estadísticamente significativas no es pejiguería de científico, sino un criterio de mínima prudencia a la hora de hacer afirmaciones. A ese criterio hay que añadir el de la sustantividad de las diferencias, un terreno menos claro, pero no menos importante. Un ejemplo, entre muchísimos del informe. Con este gráfico:



Se permiten hace estas afirmaciones:

Mujeres y hombres coinciden en la misma medida a la hora de valorar la salud. Sin embargo, en el amor y el dinero cambian las percepciones: ellas dan más valor al amor, especialmente a la familia y a los hijos, mientras que los varones conceden más importancia a la economía y a los aspectos relacionados con los estudios y el trabajo.

Pues no. Lo más seguro es que no sean estadísticamente significativas las diferencias de los porcentajes de hombres y mujeres que mencionan el amor y el dinero, pero, y si lo fueran, ¿qué? ¿De verdad podríamos decir que hay alguna diferencia sustantiva en cómo perciben hombres y mujeres la felicidad en esta pregunta? Más adelante (página 34) insisten, indebidamente, en esta diferencia.

Sin ánimo de exhaustividad, vean también la página 50, en la que, con diferencias mínimas, seguro que no significativas, argumentan cosas como que entre los "poco felices" hay más obesos o personas con sobrepeso que entre los "muy felices". O la página 56, sobre la relación con los compañeros de trabajo. O la 67, en la que supuestamente muestran que los "no felices" son más aficionados al bricolaje que los "muy felices".

4. Tampoco es pejiguería el insistir en el problema de las posibles correlaciones espurias, es decir, de asociaciones entre dos variables entre las que se predica una relación de causalidad que, en realidad, no existe. Un ejemplo. Sus datos:

Sus conclusiones:

Permitirse un capricho ocasional ... es importante para la percepción de la felicidad y la satisfacción personal. Así suelen opinar los encuestados: el 77,2% dice que afortunadamente se lo puede permitir de vez en cuando, frente a un 21,4% que no tiene esa suerte. Las diferencias al introducir el factor felicidad son significativas: nada menos que el 87,1% de los que se tienen por felices puede ceder a la tentación ocasionalmente; sin embargo, sólo el 47,1% de los poco felices hace lo mismo.

No digo que sea mentira la primera afirmación. Digo que lo importante no es la relación felicidad-caprichos, sino otras variables que pueden influir en ambas cosas, como puede ser los ingresos, el nivel socioeconómico, la edad, el estar o no en el paro, cosas así. Todo ello influye en la situación económica del individuo y, por tanto, en sus comportamientos de gasto y ahorro, de los cuales es un solo ejemplo el "permitirse caprichos". Por supuesto, más arriba nos han contado que todas esas variables influyen en la sensación de felicidad.

En la misma línea:

Ser feliz ayuda a tener una visión menos negra DEL FUTURO ECONÓMICO: sólo el 5% de los que se dicen muy felices cree que el próximo año empeorará su situación económica.
Puede que lo primero sea cierto en parte, pero apuesto a que lo más importante es que entre los muy felices hay, por ejemplo, un porcentaje mucho menor de parados que entre los no felices.

5. Otra cosa que me pone bastante nervioso en los análisis de encuesta es la indefinición de algunas categorías. Al analizar la relación entre situación de pareja y felicidad, hay algunos términos poco claros. Según su relación de pareja y estado civil, clasifican a los encuestados en: casados, solteros sin pareja estable, divorciados o separados, viudos y "otros". Puedo imaginarme qué significa "solteros sin pareja estable": solteros/as sin novio/a. Pero, ¿"otros"? Si fuera un porcentaje marginal, no me importaría mucho lo que incluye, pero son un 28% de los "muy felices" y la misma proporción de los "no felices". En realidad, sólo pueden ser "solteros con pareja estable", bien sin vivir juntos ("novios"), bien viviendo juntos ("unión de hecho"). En realidad, su "ratio de felicidad", tal y como la hemos medido más arriba quizá sea algo inferior a la de los casados (3,3 frente a 5,0). ¿No merece la pena resaltarlo?

En esta misma línea de no definir claramente las categorías, me plantean bastantes problemas los datos de relación de los "muy felices" y los "no felices" con sus parejas. En ningún sitio dejan claro si los datos se refieren al total de ambos grupos o sólo a los que tienen pareja. ¿Qué trabajo les habría costado?

6. Otro ejemplo de falta de cuidado (o de intento de confundir al lector) es el uso de gráficos truncados o con escalas poco claras. En general, los gráficos de este informe no pecan de esto, pero alguno raro sí que hay, que haría las delicias de Josu. Éste:



Como se ve en los números, las diferencias entre "muy felices" y "poco felices" no son tan grandes, pero las barras las muestran como mayores. Que la barra de cada pregunta siga su propia escala (truncada, probablemente) hace que el valor de este gráfico se aproxime a cero.

7. Que no se incluya el cuestionario o la redacción de las preguntas analizadas también puede ser problemático. Por ejemplo, no me creo en absoluto el dato siguiente, pero no tengo modo de saber por qué está mal, pues no cuento con la redacción de la pregunta:

Casi la mitad de los encuestados, el 47,2%, se manifiesta creyente de alguna religión.

Es cierto que la muestra sólo incluye a la población entre 18 y 65 años, y que los muy mayores son también los más creyentes, pero ¿ustedes creen de verdad que más de la mitad de los españoles en esas edades no son creyentes? Según el CIS, una encuesta tras otra, se consideran católicos alrededor del 78% de los españoles (y creyentes de otra religión cerca del 2%). Fijándonos en los católicos, en el último barómetro del CIS (enero 2008), lo sería el 62% de los de 18-24 años, el 66% de los de 25-34, el 75% de los de 35-44, el 78,5% de los de 45-54, el 85% de los de 55-64 y el 93% de los de 65 o más. Es decir, en ningún caso puede bajar el porcentaje de creyentes hasta el 47,2%. ¿Se refieren a practicantes? ¿A qué se refieren? ¿Por qué no son claros?

Por cierto, entre los supuestos creyentes la ratio de felicidad es superior a la de los supuestos no creyentes, aunque los autores del informe se empeñen en embarullarlo con datos basados en submuestras pequeñísimas (p. 78) y usando palabras como "extremismo" para referirse a quienes dicen seguir totalmente los preceptos de su religión o dicen no seguirlos (p. 80).


En fin, no quiero que piensen, con todas estas críticas, que el informe no tiene su utilidad, que sí la tiene, pero es menor que la que podría tener si el rigor hubiera sido el adecuado.

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14.3.08

Transgénicos en el último Eurobarómetro

Acaba de publicarse el último Eurobarómetro especial, dedicado a las actitudes de los europeos sobre el medio ambiente (pdf). No nos cuenta nada que no sospechásemos (mucha preocupación por el medio ambiente, hay que hacer muchas cosas para protegerlo, no hacemos tantas en realidad, no estamos muy informados...), pero tiene su interés para ver cómo van calando los valores y las informaciones sobre estos temas en la gente.

Ya saben que, en estas cuestiones, lo que más suele llamarme la atención a mí son los elevados niveles de desconocimiento que muestran los españoles, que suelen reflejarse en altos porcentajes de ns/nc en las encuestas. Tiendo a verlo como algo negativo, pues creo que la discusión pública requiere de un núcleo amplio de ciudadanos bien informados para que sea digna de tal nombre, también en cuestiones medioambientales.

Sin embargo, empiezo a dudar de qué significa buena información o, siquiera, información en estos temas, pues mucho de lo que circula en los medios es, en buena medida, opinión o información sesgada. Lo digo por los resultados que ofrece este Eurobarómetro en el tema de los transgénicos, asunto difícil y complicado donde los haya. Yo tiendo a tener una postura favorable, pues, hasta ahora, no creo que haya evidencia de riesgos para la salud o para el propio medio natural, pero no estaría dispuesto a defender mi postura con mucha pasión, la verdad. Además, siempre me queda un último rescoldo de duda acerca de si los humanos, llevados por nuestra fe en el progreso científico-técnico, no nos estaremos pasando y alterando demasiado "el orden de las cosas", como dice Aldous Huxley en su Ape and essence.

En fin, lo que quiero señalar es algo curioso que se observa en esta encuesta, y que recojo, cómo no, en un bonito gráfico, el siguiente.



Como se ve, cuanto menos encuestados en cada país dejan de contestar a la pregunta acerca de su juicio sobre los organismos modificados genéticamente, esto es, cuando (se supone) más información creen tener sobre ellos, más contrarios son a este tipo de organismos. Para que veamos que no se trata de un efecto espurio, incluyo también la relación entre el nivel de "desconocimiento" (es un decir) y el juicio favorable a los transgénicos: puede verse que, en este caso, no hay relación.

Obviamente, yo no soy nadie para cuestionar la sabiduría de la ciudadanía expresada en las encuestas, pero me llama la atención, primero, que en una gran mayoría de países, casi todos, los juicios contrarios sean apabullantemente superiores a los favorables, y, segundo, que el juicio contrario abunde más en los países con más encuestados "informados". Teniendo en cuenta que la mayor parte de la información sobre estas cuestiones la obtienen de los medios de comunicación de masas, parece claro la imagen que éstos transmiten de los transgénicos. O quizá es que los europeos tienen mucho más claro que alguien como yo cuál es "el orden de las cosas".

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13.3.08

La paradoja sexual

The sexual paradox es el título del recién publicado libro de Susan Pinker, psicóloga, periodista y, para más señas, hermana de Steven Pinker. Tiene pinta de ser muy interesante y provocativo, pero con una investigación sólida detrás.

Esto se dice del libro en la página web de Susan Pinker:

The Sexual Paradox: Men, Women and the Real Gender Gap takes a hard look at how fundamental sex differences play out in the workplace. By comparing fragile boys who later succeed, with high achieving women who opt out, Susan Pinker turns several assumptions upside down: that the sexes are biologically equivalent, that smarts are all it takes to succeed and that men and women have identical interests and goals. After decades of women's educational coups and rising through the ranks, men still outnumber women in business, physical science, law, engineering and politics. In explaining this ratio, Pinker’s controversial stance is that discrimination plays just a bit part. If the majority of children with school and behavioral problems are boys, then why do so many overcome early obstacles, while rafts of high achieving women choose jobs that pay less or opt out at pivotal moments in their careers?
Aquí hay una crítica, y aquí otra. Aquí puede leerse gratis la introducción.

Yo, desde luego, me lo compro ya, que el dólar está tirado, y sin esperar a que lo traduzcan al castellano--que, además, lo editarán, supongo que pronto, en Paidós, y flojea un poco con sus traducciones.

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10.3.08

¿Han fallado las encuestas?

¿Han fallado o acertado las encuestas? Habiéndose llevado a cabo tantas, es difícil de emitir un juicio, pues alguna ha podido acertar, quizá por casualidad. De todos modos, el juicio depende de qué criterio utilicemos para evaluarlas. Predecir bien el número de diputados de los partidos es el criterio más estricto, aunque yo no me he ocupado de él. En cualquier caso, con unos cuantos diputados dependiendo de relativamente pocos votos, no hay encuesta que pueda afinar tanto, ni siquiera con un margen de error amplio.

Yo las juzgaré, como he venido haciendo, por sus predicciones de porcentaje de voto a PP y PSOE. En este sentido, la inmensa mayoría ha acertado en que el PSOE estaría por delante (sólo falló la de Época). Las predicciones de porcentajes para cada uno de los dos partidos, en todos o casi todos los casos, han debido de estar dentro del margen de error de la estimación, aunque es probable que el porcentaje previsto por el PP en algunas ni siquiera lo haya estado. En general, las encuestas han tendido a infravalorar el resultado del PP y a estimar bastante bien el del PSOE.


Las encuestas electorales y los resultados reales
Fecha Medio PP PSOE Dif. PP Dif. PSOE Suma difs. (en valor absoluto)
24-feb Voz Galicia 40,0 43,5 -0,1 -0,1 0,3
28-feb Vanguardia 39,5 43,5 -0,6 -0,1 0,8
28-feb Público 39,5 43,9 -0,6 0,3 0,9
25-feb El Mundo 39,3 43,4 -0,8 -0,2 1,1
05-mar The Times 39,3 43,1 -0,8 -0,5 1,4
23-feb ABC 40,0 42,0 -0,1 -1,6 1,8
28-feb COPE 39,8 42,1 -0,3 -1,5 1,9
23-feb El País 38,8 42,9 -1,3 -0,7 2,1
02-mar Cadena Ser 38,0 43,5 -2,1 -0,1 2,3
08-mar El Periódico 38,1 43,4 -2,0 -0,2 2,3
09-mar A3 38,0 43,3 -2,1 -0,3 2,5
01-mar Tele 5 38,0 44,1 -2,1 0,5 2,6
29-feb A3 38,5 42,3 -1,6 -1,3 3,0
09-mar TVE 38,6 45,1 -1,5 1,5 3,0
25-feb La Sexta 38,0 42,7 -2,1 -0,9 3,1
09-mar Cuatro / C. Ser 37,5 44,5 -2,6 0,9 3,5
15-feb Vocento 38,8 41,4 -1,3 -2,2 3,6
23-feb Expansión 38,2 41,7 -1,9 -1,9 3,8
26-feb El Periódico 37,0 42,5 -3,1 -1,1 4,3
09-mar Tele 5 36,9 44,9 -3,2 1,3 4,5
28-ene CIS 38,7 40,2 -1,4 -3,4 4,8
26-feb Época 40,5 37,6 0,4 -6,0 6,4
Fuente: elaboración propia.


¿Qué medio ha predicho mejor los resultados? Si nos olvidamos de los márgenes de error, habría sido la Voz de Galicia (Sondaxe), con una encuesta cuyo trabajo de campo rondó el 24 de febrero. La Vanguardia (Instituto Noxa) también se acercó mucho. Público (Obradoiro de Socioloxía) tampoco lo hizo mal en su última encuesta, que se alejaba significativamente de las predicciones en su encuesta continua. Curioso.

¿Los peores? Dejando de lado a Época, que haría bien en no volver a contratar a su empresa de campo, los peores han sido: el CIS, aunque su encuesta era de enero; Tele 5 (Demométrica), con una encuesta a pie de urna que otorgaba la mayoría absoluta al PSOE; y El Periódico (Gesop), con una encuesta del día anterior a las elecciones publicada en su edición de Andorra.

Es llamativo que las encuestas a pie de urna no han ofrecido predicciones necesariamente mejores que las previas al día de las elecciones. Y las encuestas publicadas por El Periódico de Andorra empeoraron sus predicciones al acercarse la jornada electoral.

Sería estupendo que los medios hubieran publicado las tripas de sus estimaciones. No necesariamente la cocina, pero sí, al menos, el recuerdo de voto, la intención directa, la simpatía, cosas así. Así podríamos hacernos una idea, por ejemplo, de por qué se ha infraestimado al PP. Casi ningún medio ha publicado tantos datos. Harían bien en hacerlo, por nuestra "educación" y para nuestro mejor juicio.

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3.3.08

Las últimas encuestas antes de las elecciones del día 9 (gráficos curiosos LXIX)

El otro día hablaba del galimatías de las encuestas electorales. Algunos comentaristas pensaban que el galimatías no lo era tanto, pues podíamos tomar cada encuesta como un punto en una serie para la que podríamos estimar una tendencia. Yo sigo sin tenerlo muy claro, pues dudo de la posibilidad de comparar sin más las estimaciones de voto de unos y otros institutos, pues su método puede variar. En cualquier caso, les voy a hacer parcialmente caso a los comentaristas y presentar los datos como una nube de puntos a partir de la cual podemos "extraer" una tendencia.

Antes, para que cuenten con los datos de las encuestas más recientes publicadas por cada medio de comunicación, les dejo este cuadro.

Las últimas encuestas preelectorales publicadas por cada medio o instituto
Mitad
trabajo
campo
(1)
Medio PP PSOE Dif.
15/02 Vocento 38,8 41,4 2,6
23/02 El País 38,8 42,9 4,1
23/02 ABC 40,0 42,0 2,0
23/02 Expansión 38,2 41,7 3,5
24/02 Voz Galicia 40,0 43,5 3,5
25/02 La Sexta 38,0 42,7 4,7
25/02 El Mundo 39,3 43,4 4,1
26/02 Época 40,5 37,6 -2,9
26/02 El Periódico 37,0 42,5 5,5
28/02 COPE 39,8 42,1 2,3
28/02 Vanguardia 39,5 43,5 4,0
28/02 Público 39,5 43,9 4,4
29/02 A3 38,5 42,3 3,8
01/03 Tele 5 38,0 44,1 6,1
02/03 Cadena Ser 38,0 43,5 5,5
(1) En algunas ocasiones, lo estimo yo mismo, a la vista de cuándo se han publicado las encuestas y de afirmaciones indirectas contenidas en las noticias.

Como ven, todas las estimaciones predicen una victoria del PSOE, menos la de Época, que prevé una del PP. A su vez, la distancia favorable al PSOE varía bastante, desde un mínimo de 2 puntos a un máximo de 6. Tengan en cuenta, siempre, que esas diferencias son puntos intermedios en intervalos marcados por el margen de error que haya que aplicar a la estimación, algo que ningún medio ofrece. Lo más que llegan a ofrecer es el margen de error general de la encuesta, el que se calcula teniendo en cuenta toda la muestra. Cabe imaginar que, dado que el número de entrevistas que se tiene en cuenta para estimar el voto es bastante inferior al total de la muestra, el margen de error será más amplio que el general. No crean que irán desencaminados si a cada uno de esos porcentajes les suman y restan 3 puntos para imaginarse la amplitud de los intervalos.

¿Cómo han evolucionado las estimaciones desde 2004? En el siguiente gráfico lo ven.


La "nube de puntos" y la "tendencia" (un polinomio de grado 6) sugiere una notable distancia entre PSOE y PP al comienzo de la legislatura, un recorte ulterior y una ampliación reciente, en el último mes y pico, motivada, sobre todo, por un aparente despegue del voto al PSOE y un estancamiento, a la baja, del voto al PP.

Si lo miramos más de cerca, con los datos de encuestas celebradas en 2008, la imagen es la siguiente.



La "nube" muestra una "tendencia" (de nuevo, un polinomio de grado 6) que sugiere una apertura reciente de la distancia entre PSOE y PP.

Lo mismo podemos verlo si nos fijamos, justamente, en la diferencia entre la estimación de voto del uno y del otro (en el gráfico siguiente).



Con todo, yo sigo teniendo dudas acerca de utilizar cada encuesta, sin más, como un punto en una serie supuestamente homogénea. Lo digo, sobre todo, porque el notable ascenso del voto del PSOE en los datos más recientes se explica, en gran medida, por los resultados de dos de las encuestas (la de Tele 5 y la de Público), que han venido reflejando distancias favorables al PSOE rondando los 5/6 puntos y que, además, son las más frecuentes, pues se han venido publicando diariamente (1). Sin esos datos, también se vería un "despegue" del PSOE, pero no tan pronunciado.

Por eso, no me resisto a volver a incluir un gráfico de spaghetti de colores, tan suculentos ellos.


Ahora bien, no esperen una predicción Wonkapistas sobre los resultados electorales. Lo único que parece claro es que el PSOE va a ganar. En ningún caso apostaré por cuanta diferencia. Ya he perdido bastantes apuestas con mis amigos en elecciones anteriores. Yo les dejo los datos y les digo como aquél del pueblo de mi madre que tenía reloj pero no sabía decir la hora y cuando se la preguntaban, enseñaba su reloj y decía algo así cómo: "aquí está el reloj, engáñate por ti mismo". Pues eso.


________
(1) Por cierto, no me pregunten por qué en la encuesta de Público, que diariamente arrojaba distancias próximas a los seis puntos, en su última edición, dicha distancia se queda en cuatro.

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